
A pesar de las declaraciones del propio Gradel de que su intención era permanecer con los Whites para enfocarse en tratar de conseguir el ascenso, y de las palabras del chairman del Leeds, Ken Bates, de que Max no iría a ninguna parte, a horas del cierre del libro de pases y luego de ser rechazadas las ofertas formales del West Ham (£2,5M.) y del Sochaux (otro equipo de la primera división de Francia que ofreció £2M.) El jugador solicitó un "transfer request" y ante la llegada de un pedido oficial del Sain-Étienne se concretó la operación.
La partida de Gradel significa una baja importante para la alineación de Simon Grayson, pero el jugador estaba en su último año de contrato y ante la posibilidad de que se vaya libre (como los casos de Bradley Johnson, Kilkenny o anteriormente Beckford) prefirieron desprenderse del jugador ante la oferta del equipo francés, dado que las pretenciones salariales de Gradel para renovar su contrato estaban muy por encima de las posibilidades del Leeds (£ 25.000 por semana).
Si a la salida de Max Gradel le sumamos la falta de inversión para conseguir buenos fichajes, la partida de otros jugadores destacados como Kasper Schmeichel o Bradley Johnson, el bajo rendimiento de jugadores como O´Brien o Brown, las lesiones del goleador argentino Becchio y el delantero Somma más el pésimo arranque de temporada (4 unidades de 15 posibles), parece ser que este año el objetivo del Leeds United será permanecer en Championship y no sufrir otro descenso a la League One.
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