Luego de semanas sin novedades concretas acerca del estado de las negociaciones por la venta del Leeds a un grupo inversor con base en medio oriente, se supo que las tratativas estaban muy avanzadas, pero a último minuto, el actual dueño del club, Ken Bates, cambió algunos puntos del acuerdo, lo que produjo que el mismo se estanque de manera abrupta, aunque no me atrevería decir que colapsó por completo, porque según trascendió el grupo comprador aceptaría tomar las riendas del club, siempre y cuando se respete lo acordado previamente.
En el comunicado oficial del club, se hace referencia a que el plazo de confidencialidad entre Leeds y el grupo inversor finalizó y que la institución esta abierta a negociaciones con cualquier otra parte interesada en invertir o hacerse dueño del Leeds United. La noticia es bastante desesperanzadora teniendo en cuenta que el sábado el equipo debuta por la League Cup ante el Shrewsbury Town.
Preocupa la poca profundidad de la plantilla de Warnock, se estima que frustrada la compra del club el manager no podrá contar con los refuerzos de jerarquía que el esperaba (un jugador ofensivo para la banda izquierda y otro delantero). Además, en un intento por conseguir los fondos para financiar esos arribos, Warnock ubicó en la lista de transferibles a Robbie Rogers y a Danny Pugh. De no haber cambios en esta situación, Leeds podría enfrentar otra temporada de mediocridad y sinsabores.
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